Como cualquier grupo humano, las organizaciones se estructuran y funcionan en torno a su Cultura Interna, que es aquella que agrupa sus aspectos organizacionales y su identidad corporativa; y permite establecer las acciones para alcanzar los objetivos empresariales.
Debemos entender a las organizaciones como sistemas dinámicos y en constante movimiento, y como estructuras que realizan sus actividades basadas en guías estratégicas capaces de proyectar el ideal de la empresa y explorar los posibles caminos hacia el éxito.
La Antropología es una ciencia que se encarga de estudiar la cultura, pensando la misma como una red de significados que pueden ser transmitidos y entendidos por otras personas, pues no hay cultura si nadie puede entender lo que el otro está haciendo.
El mundo organizacional es susceptible de ser estudiado como un fenómeno cultural y así entender la relación entre los elementos de la organización y otros aspectos externos como pueden ser los clientes y el público general; siempre desde una perspectiva amplia e integral.
El mundo de la gerencia históricamente se ha centrado en los aspectos relativos a la cadena de mando, estructura organizacional, rentabilidad y eficiencia; sin embargo, han dejado muy de lado un elemento clave y es el siguiente: las organizaciones están compuestas por seres humanos; y funcionan para satisfacer las necesidades de otros seres humanos (clientes, consumidores y audiencias) y esto no lo podemos olvidar.
En los últimos años se ha prestado mayor atención a la importancia del factor humano en las organizaciones y los efectos positivos en la eficiencia, innovación y rendimiento de los colaboradores cuando hacen vida en una organización “saludable” y que ha podido transmitir de forma clara su cultura organizacional y su identidad corporativa.
La Antropología Organizacional (también conocida como Antropología de los Negocios) se encarga de comprender los aspectos que influyen en el clima organizacional y los factores de rendimiento de los trabajadores (cadena de mando, comunicación efectiva, delegación de tareas, motivación, recompensas, entre otras) para así poder comprender el contexto específico de los actores sociales y sugerir acciones que permitan realizar mejoras en la percepción de los colaboradores acerca de la estructura y valores de su empresa, lo cual influirá directamente en su productividad.
El mundo de los negocios también es un fenómeno cultural; por lo tanto, puede ser abordado desde una perspectiva antropológica, pues las empresas crecen, se desarrollan y expanden en contextos culturales y geográficos; por lo tanto y a favor de las estrategias de venta, posicionamiento de marca, comercialización de productos y expansión hacia nuevos mercados; es necesario comprender los aspectos generales y específicos de la cultura y así tomar ventaja de ella.